El pueblo católico chileciteño vivió una fiesta de fe con la ordenación de un hijo más de esta tierra.
Fue una celebración cargada de símbolos y de emotividad, ya que estaba presente toda su familia, amigos, vecinos, llegaron también desde Villa Unión donde Gabriel estaba ejerciendo el diaconado.
En sus palabras dirigidas al nuevo integrante del prebisterio riojano, monseñor Rodríguez señaló que “la Iglesia está de fiesta cuando celebra su vida es decir cuando puede manifestar su fe, hoy es un día es una día de esos”. “Como la iglesia es el pueblo de Dios en el Cuerpo de Cristo celebra esa acción de gracias recibiendo el cuerpo y la sangre del Señor, y también la iglesia la comunidad de los creyentes, los miembros de ese pueblo de Dios que están en el cuerpo de Cristo también celebra, y también el engendrar ministros servidores del pueblo de Dios, así entonces impone las manos sobre aquellos elegidos para que en el medio del pueblo Dios pueda entregar la palabra, de la manera calificada, y además los sacramentos de la vida”, puntualizó el obispo riojano.
Remarcó que “hoy es un momento de crecimiento del Pueblo de Dios en el marco histórico de los 75 años de la Fundación de la Diócesis y es un ciclo que la iglesia vive en cada bautismo, en cada confirmación, vive cada vez que un miembro de la iglesia se reconcilia con Dios, vive cuando bendice un matrimonio, vive cuando ordena un presbítero, no importa que sea joven casualmente el profeta Jeremías escucha la palabra “no digas soy demasiado joven, porque irás adonde yo te envié y dirás todo lo que yo te ordené”. Se necesita fuerza para que el presbiterio muestre “un rostro de la iglesia sin machas y arrugas, de estar al servicio de la comunidad, atento siempre, captando el pensamiento de sus contemporáneos, viendo que es lo que viven, porque la palabra de Dios que él predica logre fecundar los corazones de los fieles cristianos que lo escuchan”.
“Pidamos al Señor hermanos y hermanas que este inicio en la vida sacerdotal de Gabriel marque su existencia sabiendo que debe madurar día en día en la conciencia del para qué ha sido elegido, cuál es su lugar en la comunidad, cómo debe fortalecer la comunión, cómo debe estar junto a los pobres, débiles y sufrientes que son los privilegiados del pueblo de Dios. Hijo de esta tierra hoy comenzará a resonar en sus oídos ese no tengas miedo”.
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